Piense en las elegantes tiendas de Chanel, Céline, Christian Dior y Louis Vuitton. ¿Quién le viene a la mente? Sugerencia: No es francés. Es el celebre Diseñador de Interiores Peter Marino. Para Louis Vuitton el Arquitecto Peter Marino ha completado más de 20 tiendas en tres continentes en el transcurso de una relación de 16 años que todavía es más fuerte. Su tienda más reciente, llega a Marina Bay Sands en Singapur, un regalo para los asiáticos.
La complejidad se deriva en gran medida a su ubicación inusual. La Mega-tienda consta de dos componentes separados por un tramo de Marina Bay. Es un pabellón brillante que parece flotar en el agua. Todas las paredes son inclinadas de cortina de cristal con marco de acero, y la masa asimétrica de dos niveles apodado el VI Isla Maison asemejan dos mitades de un hexágono, ligeramente desplazada. Dado que la ubicación es frente al mar, da una sensación de barco el cual era el objetivo.
Sin embargo, todo no es, literalmente, náutica. El ambiente se ajusta a las constantes que Marino y Vuitton han desarrollado. Profusión de maderas nobles y tonos ámbar. Aquí, la madera de elección es la teca, teñido en dos tonos. La tela blanca del techo sombreado de bandas del pabellón de cristal, es evocador de la vela, que ayudará a resolver uno de los retos principales del proyecto, el exceso de sol tropical.
Las mujeres del prêt-à-porter y los accesorios de viaje se muestran en varias espacios, donde los compradores, sentados en taburetes altos, puede ver las opciones de primavera en mandarina, limón o frambuesa. Eso en la parte de doble altura del pabellón, mientras que la ropa de los hombres de viajes se encuentra en el entresuelo. Se llega a través de una gran escalera. En el entresuelo también se encuentra el sector de equipajes y la sala VIP y se abre a una galería al frente, haciendo alusión a los recuerdos de los cruceros de lujo. Todo es muy fluido, aunque no hay nada casual: Sigue con una librería coronada por una composición impresionante en el techo de tiras delgadas de cristal compuesto por LEDs y MDF pintado de blanco, que producen un contraste de luz / sombra.
La escalera en el espacio del centro frente a un mural colorido realizado por Rubén Toledo evidencia la fuerte alianza de Vuitton con el mundo del arte contemporáneo. "El Arte por encargo es una parte de las tiendas de Vuitton en todo el mundo, así como una parte de mi trabajo en general", dice Marino. "Es algo que es conocido." El espacio de la firma en el pabellón Vuitton fue el resultado de un viaje a París, donde pasó a ver una exposición de escultura de Richard Deacon. "Pensé que sería un gran proyecto en Marina Bay", añade.
Fuente: IDN
